“Mi trabajo es apoyar a la defensa y asegurarme de que cada jugador esté en la posición correcta, tengo que guiarles y no puedo permitirme hacerlo mal, ya que los errores se pagan muy caros y soy el último punto de la defensa de mi equipo”
Manuel Neuer es un arquero que no está solo. Marca, corre y pasa con inteligencia, y cuando sale de su zona de confort la balanza pesa y mucho para los suyos: bávaros y teutones.
Nunca entendí por qué algunos contabilizan al arquero en un esquema táctico (1-4-4-2, 1-4-3-3...) cuando la función de éste no es cumplir o manejar dicho rol sino un aspecto netamente técnico: salvaguardar la portería ante el asedio contrario.
Luego lo vi, y supe que a este sí que había que contarlo por cómo incide más allá de los tres palos, y convierte una figura condenada a la soledad en una parte colectiva, a veces incluso en el alma misma de esa colectividad.
En el juego de posición es muy importante la construcción desde atrás, la salida limpia de la zona defensiva, y qué salida más pura si la efectúa el último hombre sobre el campo, bajo la premisa de comenzar bien y terminar bien.
No hace falta ser un genio para darse cuenta de que en Säbener Straße hay para él más que un plan de entrenamientos para defenderse bajo los tres palos, porque en eso también es de los mejores.
Si hay un rondo también se atreve. De hecho le encantan, y ese trabajo le hace una pieza muy importante a la hora de mostrar su sentido posicional, y no importa si es en un Mundial, porque como reza Aesopo, "es sencillo ser valiente desde una distancia segura". Lo difícil es lo que él hace con tanta convicción.
"Guardiola suele comentar que ningún jugador es más importante en el Bayern que Manuel Neuer. Tiembla con el miedo a verle lesionado. Es crucial en su sistema y, por extensión, en el de esta selección alemana, porque Neuer añade otra virtud extraordinaria: su precisión como pasador. Está obsesionado con jugar un rato de mediocentro, una oportunidad que no ha recibido, ni recibirá. El fútbol no suele permitirse estos lujos. Se interpretan mal. Sin embargo, Neuer adora los rondos. Funciona en ellos mejor que la mayoría de sus compañeros. Tiene un pie de primera y lee el juego como pocos".
Santiago Segurola
Neuer es el arquero del futuro, y más arquero del que el fútbol actual merece.
Cruyff dice en su libro que el portero del futuro no tiene nada que ver con el actual; yo pienso que tiene mucho que ver con Manuel Neuer.
MOMENTO: ¿Nos lo habrán mandado por una máquina del tiempo?
Si bien es cierto que el primer registro de un arquero con buen manejo de los pies data de los años 50' con Gyula Grosics como padre de dicho rol, las circunstancias jamás han sido tan beneficiosas como ahora para que finalmente aparezca un cancerbero capaz de incidir en el juego como un jugador más, logrando así, que un encuentro se incline hacia el que logre hacer del partido un 11 (arquero+jugadores) vs 10 (jugadores y un arquero natural).
Hoy día no alcanza con ser bueno bajo los tres palos: es necesario hacer énfasis en etapas de formación en el buen uso de los pies para fabricar pases e iniciar una construcción limpia, ayudando también a través del ensayo y el error a que las equivocaciones disminuyan, minimizando así los nervios naturales, ya que se ha enseñado toda la vida que el portero solo debe usar las manos.
¿Cuántas jugadas han terminado en gol por un arquero nervioso que lanza una dividida, la tira afuera o pifia, más que por un error técnico, por los nervios de hacer algo que sale totalmente de lo que le han enseñado?
Saquemos al portero de su zona de confort o, mejor dicho, ampliémosla, para que la dividida se vuelva un pase bien dado, la pelota que se vaya afuera sea en una zona de riesgo mínimo y la pifia se cambie por un pase rápido a un jugador bien posicionado.
Por último, me gustaría dejarte una serie de videos relacionados.
Manuel Neuer: el portero líbero.
Guzmán: el arquero que fabrica pases.
Chile: Rondo de arqueros.
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